“Sí, yo conozco esos tres estímulos, esas tres palabras, pero todavía hoy las ciencias visuales o el arte no dan la importancia que estos tres elementos se merecen. Todo artista tiene una intención política conectada con el mercado del arte o una posición frente a la cultura predominante, pero yo me voy por esos tres caminos para tratar de cambiar un poco esas estructuras clásicas de arte”, asegura.
No se considera un revolucionario en el sentido estricto de la palabra, pero explica que su obra quiere dejarse ver por mucha gente y acercarse a la comunidad que le ofrece un espacio para su creació